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Actualmente el petróleo es el mayor generador de energía a nivel mundial; sin embargo, en su composición presenta  derivados de azufre, produciendo así efectos negativos al ambiente, a la salud, las instalaciones industriales y arquitectónicas. Por tal razón, hay regulaciones que exigen un límite máximo de azufre en los combustibles con el reto de alcanzar niveles < 10 ppm de S. El proceso convencional para eliminar azufre del crudo es la hidrodesulfuración (HDS), es bastante eficiente y capaz de eliminar compuestos azufrados, pero requiere de grandes cantidades de hidrógeno, temperaturas y presiones elevadas; por lo tanto se viene implementado mejoras en el catalizador o procesos complementarios para poder alcanzar los niveles estipulados por las agencias ambientales